Vas a Morir

Inicio / de Misterio / Vas a Morir

Vas a Morir

Por: Sonia Ruiz Corcos

Está decidido, hoy es el día. Tú aún no lo sabes, pero hoy te mataré.

Reconozco que no ha sido una decisión fácil. Sí, muestro planificación y alevosía –y me da igual.– No podrás defenderte porque no sospechas nada.

Tengo un plan tramado con dedicación y calma. Con la cabeza fría y calculado todo detalle por más pequeño e insignificante que parezca.

Llevo meses siguiendo tus rutinas, sin que tú lo sepas. Estudiándote a ti y tus amigos. A tu ex mujer y tu hijo pequeño.

Me he tragado tantos partidos de futbol infantil, cada domingo, que parecía una madre más, integrándome entre el público animando y vociferando para no levantar sospechas.

He acudido asiduamente al bar donde trabaja tu ex mujer, una buena chica, no sé que hacía con un tipo como tú.

En tu trabajo todos te tratan bien, disfrutas una buena vida que no mereces y yo pondré remedio a eso.

Tienes que morir, he intentado olvidar pero no puedo. Tu muerte es la única solución que veo posible.

Eres fuerte y vas al gimnasio, lo sé, por eso el golpe debe ser certero. La tubería vieja está escondida bajo ramas y hojarasca, nadie podría verla a simple vista, aguarda silenciosa a que llegue el momento de ser utilizada.

Aprovecharé tu salida habitual de viernes noche, donde sé que sales solo y tomas cuatro gin tonics y alguna cosa más. Este viernes tu camello tendrá algo especial para ti, yo invito.

Llevo dos meses comprándole esa porquería para hacerme su colega –y después tirándola por el baño.– Por unos billetes me hará un cóctel especial.

Tú estarás eufórico y sobreexcitado, creyéndote el gallo del corral. Intentarás ligar con alguna chica, como siempre, pero no tendrás suerte, yo me encargaré de ello.

Te gustan rubias y tímidas, que no sean llamativas, buenas chicas como tu ex –otra pobre ilusa engañada.

Me pondré un vestido normalito, ropa sencilla para ir al cine, ya tengo la entrada comprada. Cogeré palomitas y discretamente le diré a la empleada si me puede dar un tampón, así recordará la conversación conmigo. En cuanto empiece saldré hacia el baño y de ahí a la calle, en tu busca.

Ir a por ti será fácil, las mujeres te ignoran, pero te vuelves insistente, aparentas romanticismo y caballerosidad para conseguir tu propósito, alejarla de sus amigas y que se vaya contigo a un lugar solitario.

Pero lo tengo bien ideado, me río solo de pensar la cara que ha puesto mi peluquera esta tarde al decirle tíñeme de rubia que quiero un cambio radical, después lo ha hecho pensando que podría ayudarme, sabe lo mal que lo he pasado.

Todos saben lo que me ha ocurrido y mi pérdida, me miran con lástima yo lo sé, lo noto.

Quizá matarte no me la devuelva pero seguro que ya podré dormir tranquila cada noche sabiendo que no compartimos el mismo mundo, escoria inmunda.

Me da igual si me pillan o no, a estas alturas eso es secundario, mi objetivo es que dejes de respirar.

Siento ansiedad y nervios, me ha llevado mucho tiempo prepararlo todo y no quiero estropearlo.

Quiero probarme a mí misma y comprobar que voy a ser capaz, que cuando hable contigo tan cerca no vomitaré del asco que me produces, he de fingir hasta sacarte del local.

Tengo que ser fuerte, después será cuestión de minutos, puedo hacerlo, puedo hacerlo –me repito una y otra vez.

Tomaré una copa contigo y te invitaré a ese cóctel tan rico de drogas, verás qué sorpresa cuando tu cabeza vaya por libre y no puedas ser dueño de ti.

Saldremos a tomar el aire y ahí ocurrirá todo junto a los contendores, quedarás tendido como la basura que eres.

Estaremos solos, nadie se acerca a una pareja cariñosa en un callejón y la cámara que enfoca la puerta de servicio casualmente se ha roto esta mañana temprano. Solo una pedrada me ha hecho falta para que sea testigo ciego y mudo.

Los golpes en la cabeza serán mortales de necesidad, no pararé hasta ver el cerebro salir y desparramarse como una sustancia viscosa y nauseabunda.

Lo he imaginado tantas veces en mi mente que disfruto como si viera una película. Tú ya no volverás a violar y matar a ninguna otra mujer como hiciste con mi hija.

Está decidido, hoy es el día.

Dejar un comentario

Your email address will not be published.

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable El titular del sitio.
  • Finalidad Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios .
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies, puede ver aquí la Política de Cookies